Estudio de riesgos

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Lunes 24 de Septiembre de 2012

El deslizamiento de terreno registrado alrededor de las 11 de la noche del pasado viernes al poniente de la Ciudad, causó alarma al considerar que había sido un sismo generalizado. Por fortuna no fue así, pero por desgracia el fenómeno afectó a entre 20 y 30 viviendas ubicadas en las calles Manuel M. Diéguez e Ignacio Mejía. Según la prensa, tres de las cuales fueron declaradas inhabitables. También el deslizamiento provocó la ruptura de líneas de agua potable y alcantarillado. Inevitablemente los vecinos se llevaron un buen susto al sentir la enérgica sacudida por el desplazamiento del terreno en la grieta que se evidenció desde el sismo del 19 de septiembre de 1985, que reveló los visibles efectos del desplazamiento en banquetas, calles e inmuebles.

Calle Ignacio Mejía, cerrado el paso vehicular.

Desde su fundación Tzapotla hoy Ciudad Guzmán fue construida en una zona con diversas fallas geológicas, al encontrarse dentro de los límites del Eje neovolcánico, caracterizado como una gran masa de rocas originadas en el periodo terciario y por la presencia de amplias cuencas cerradas ocupadas por lagos, como el de Sayula, Chapala y Zapotlán. Al igual que Ciudad Guzmán toda la cuenca de la laguna de Zapotlán sufre de amenazas naturales relacionadas con sismos, presencia volcánica, inundaciones, hundimientos, deslizamientos, así como el deterioro de los mantos freáticos.

Ya en 1998 la Universidad de Guadalajara advertía a través de la bióloga Alma Guadalupe Cruz Hernández que a principios de este siglo existían probabilidades de que surgiera una actividad volcánica o sísmica que rompería con el equilibrio existente, por ello sugería un grupo de investigadores de la que ella formaba parte, la necesidad de realizar una evaluación integral de los riesgos naturales de Ciudad Guzmán, que pueden afectar a la ciudad, por las condiciones de vulnerabilidad que presenta en sus edificaciones, algunas de las cuales se encuentran sobre fallas o fracturas.

De las diversas posibilidades de riesgos se encuentra los sismos, la erupción volcánica, las inundaciones, los hundimientos, los deslizamientos, así como el deterioro de los mantos freáticos.

Hoy ha sido el “reacomodo” de una falla que cruza la ciudad. Pero en un futuro no lejano pueden ser de otro tipo como los señalados, como el deslizamientos de la montaña oriente, porque la conjugación de los factores como topografía accidentada, pendientes cóncavas, suelo poco profundo e impermeable, deforestación, así como por la presencia de manantiales y corrientes de agua que lo pueden hacer posible.

Por ello es deseable que dentro de los compromisos del ayuntamiento que está por llegar a partir del 1 de octubre, se impulse un estudio integral que identifique y defina riesgos y cursos de acción para reducir el impacto de los desastres en nuestra Ciudad y su cuenca, el que se puede lograr con el apoyo de las dependencias del gobierno estatal y los expertos de nuestra universidad.