COMENTARIO PARA RADIO UDEG (94.3)
Lunes 18 de Marzo de 2013
El 1 de abril, por
cierto, lunes de la semana de pascua y periodo vacacional para la comunidad
universitaria, rindió protesta como rector general de la Universidad de
Guadalajara el Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla, convirtiéndose como él lo señaló
en su discurso de toma de posesión, como el rector número 49 de nuestra
casa de estudios.
Sin duda es relevante,
para una de las instituciones más sólidas e importantes de Jalisco que su nuevo
rector se dirija a la comunidad interna y externa fijando la postura, las
premisas y las afirmaciones que serán parte de los ejes de la gestión, por lo
que esta intervención tendrá el propósito de reconocer algunos elementos del
discurso que me parecieron relevantes para entender y visualizar los retos de
los universitarios frente a la sociedad.
Afirmó que el cambio
de hombres de su sociedad y de su tiempo, ha sido el nutriente para que, en
cada época, el saber, la cultura y el humanismo hayan encontrado su albergue y
su simiente en la universidad; y que la vida social y profesional del
estado, así como del occidente del país, su crecimiento económico, su
creatividad e identidad cultural, no puede entenderse sin la Universidad de
Guadalajara. De la misma manera, que quienes hoy estamos laborando
en la Universidad, difícilmente podríamos haber accedido a estudios superiores
de no haber sido por esta noble institución. La Universidad ha sido un motor
para la movilidad social, sin duda.
Me parece importante
la declaración de lograr una gestión en la Rectoría General incluyente,
propositiva, impulsora de consensos y articuladora de acuerdos; de puertas
abiertas al diálogo y a las decisiones colegiadas. Para cumplir con la
principal responsabilidad de acrecentar el capital humano e intelectual
asegurando que las próximas generaciones tengan más y mejores oportunidades.
Garantizar que cada
vez más jóvenes tengan acceso a educación superior de calidad y que puedan ser
incluidos en el desarrollo. México, así lo señaló, debe aspirar cuando
menos al 50% de cobertura en el nivel superior para los próximos seis años, 10%
más que lo propuesto en el pacto por México. Relevante me pareció proponerle al
gobernador, que estuvo presente, afrontar este reto para Jalisco.
La calidad académica
es y seguirá siendo una prioridad, proponiendo avanzar hacia indicadores de
segunda generación, que se enfoquen más en los procesos y resultados
sustantivos del aprendizaje. En materia de investigación, es importante
redoblar esfuerzos para que ésta tenga mayor impacto social. Crear un
Consejo Científico que trace, colegiadamente, las grandes líneas en materia de
investigación e innovación. Así como fomentar de mejor manera el trabajo
colaborativo entre los grupos de investigación de la Red a través de la
creación de institutos inter-centros.
Otros de los impactos del discurso fueron el de revalorar la
extensión y vinculación como funciones sustantivas. Acrecentar los lazos con
los sectores productivo, social y gubernamental, en los ámbitos de
investigación y docencia. Apostando por la vinculación sistémica y transversal,
no burocrática.
Poner a punto a la Red
Universitaria, para lograr un desarrollo más equilibrado y perfeccionar la
interacción y articulación entre sus elementos. Potenciar la mejora de la
calidad académica mediante la promoción del deporte como una dimensión esencial
para la formación integral de nuestros estudiantes.
Integrar más el
subsistema cultural, donde somos pioneros y líderes nacionales, a las
escuelas y centros universitarios, convirtiendo en un circuito cultural a toda
la Red Universitaria. Así como renovar la infraestructura antigua; la
terminación de la infraestructura ya comenzada y el impulso a nuevos centros,
como se hizo en Tonalá y Zapotlanejo. Existen sin duda elementos que
perfilan una rectoría con alto compromiso con la sociedad de Jalisco y por
llevar a nuestra Alma Mater a mejores escenarios por el cumplimiento de los
fines para los que fue creada. Nuestro beneplácito.
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