martes, 19 de marzo de 2013

La Reforma de las Telecomunicaciones.


COMENTARIO PARA RADIO UDEG (94.3)

Lunes 18 de Marzo de 2013


Esta semana será clave para decidir el futuro de las telecomunicaciones en México, toda vez que, en la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de diputados fuera aprobada su reforma.  Todo parece indicar que existen consensos entre el PRI, PRD y PAN,  las tres principales fuerzas políticas en el país, garantizando hasta 350 votos con lo que pudiera darse la reforma impulsada en el Pacto por México, dicho sea de paso, también suscrito por esta fuerzas políticas.




¿Qué se pretende con la reforma? De acuerdo con los objetivos publicados en el sitio de Internet del Pacto por México, un fin es “el fortalecimiento de los derechos vinculados con la libertad de expresión e información y el establecimiento del derecho al acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, y a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluida la banda ancha”.
En otras palabras, se busca por un lado que otras voces u otros concesionarios puedan transmitir abriendo el espectro de posibilidades de nosotros  la radio-teleaudiencia,  de ver televisión y escuchar radio distinta a la que existe en el mercado; por el otro, se pretende que exista una mayor oferta de servicios de banda ancha para garantizar el acceso a las redes de la información, es decir, Internet con mejor calidad, mejores precios, dando por concluidos los monopolios que acaparan hasta ahora  el mercado.
Otro fin es la adopción de medidas de fomento a la competencia en televisión abierta y restringida, radio, telefonía fija y móvil, servicios de datos y telecomunicaciones en general, para asegurar la competencia efectiva en todos los segmentos.
Piensen ustedes en el supuesto de existencia de la única tienda del pueblo, que el pariente en el gobierno le dio la concesión señera de vender, evitándole todo tipo de competencia;  que vende lo que quiere, al precio que se le viene en gana,  abre y cierra cuando quiere y por si fuera poco los de esa tienda tratan al cliente con la punta de los pies. El mal servicio y el mal trato a sus clientes los basan en ser los únicos proveedores del pueblo quienes gozan de una clientela cautiva que no tiene opciones y por lo tanto es capaz de resistir las afrentas.
Pero un día  en ese pueblo, llega al gobierno alguien que no es amigo del tendero, que abre la concesión a otra tienda, los que se comprometen a tener un mayor surtido de productos, con mejor precio, ser amables con la clientela, más limpia, más agradable, que conserva horarios de venta más amplios, es decir,  que no cierran a las dos de la tarde y abren a las 5, además por si fuera poco también, con servicios adicionales como la entrega a domicilio.
Es lógico suponer que los clientes cansados de los precios altos, del mal servicio, de la escasa  variedad de productos,  y de la atención de mala calidad van a optar por la tienda recién llegada. Pensemos más allá, la primera tienda queda condenada a la mejora o a morir; se pone a la altura de las circunstancias y hace lo posible por exceder las expectativas de los clientes o estará condenada a cerrar,  y con ello dejar de ser una fuente de ingreso para sus propietarios. De eso se trata la competencia, de que entre ellos disputen un mercado siendo mejores, y los clientes seleccionen de entre las opciones a quienes mejores servicios ofrecen, al mejor trato y mejor precio.
En materia de telecomunicaciones se busca recomponer la oferta y la demanda. Del lado de la oferta, debe haber más compañías, más canales, mejor programación y contenido. Del lado de la demanda, debe haber acceso siempre, calidad en el acceso y preponderancia del acceso.
También se pretende generar las condiciones para incrementar sustantivamente la infraestructura y la obligación de hacer más eficiente su uso, lo cual tiene un impacto directo en la caída de los precios y en el aumento de la calidad de los servicios. En otras palabras,  otras compañías deben invertir en tecnología, a la vez que, pueden utilizar la infraestructura de Telmex -también debería ser para CFE- para ofrecer servicios de televisión pagada, abierta, telefonía o banda ancha y con ello promover una aspiración añeja en este sector que es la competencia efectiva y real.
Existen voces valiosas que señalan que deberían incluirse en esta reforma los derechos del público y las audiencias, siguiendo ejemplos de países de Europa, como en Francia que se dispone de una reglamentación que protegen a públicos vulnerables como los niños. Ojalá y el legislador que nos representa tenga la capacidad y la sensibilidad de  incluir esta parte, pero por lo pronto, esta semana puede será clave para lograr la competitividad en las telecomunicaciones y abrir un ajo que durante casi un siglo fue de piedra. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario