Política para la formación de Ingenieros y Científicos

COMENTARIO PARA RADIO UDEG (94.3)

Lunes 11 de Febrero de 2013

La Universidad es el espacio más enfocado para la formación de los recursos humanos calificados que deben contribuir al desarrollo sustentable y sostenible de las sociedades. No me refiero a la universidad pública y tampoco a la privada, tampoco lo hago para referir a las sociedades occidentales u orientales, lo hago en términos genéricos.

Las sociedades desarrolladas saben el verdadero valor de la educación y de la importancia de invertir en el desarrollo en ciencia y tecnología. La inversión en investigación científica y desarrollo experimental de los países de altos ingresos, representa actualmente el 80% del total mundial y dedican cada uno de ellos entre el 1.5 y 3.8% de su PIB, mientras que en la mayoría de los países en desarrollo, entre los cuales se encuentra el nuestro, dedican menos del 0.5%, lo que representa una gran brecha de desigualdad. Por ello, no debe sorprendernos que la gran mayoría de desarrollos tecnológicos provengan del extranjero.

También existe una enorme diferencia entre los países ricos y los pobres en cuanto al número de científicos e ingenieros, de instituciones de investigación, de personas matriculadas en estudios científicos y tecnológicos de nivel superior, de seminarios de ciencia y tecnología y de solicitudes de patentes.

Por razones de tiempo, haré énfasis en el tema de personas matriculadas en estudios científicos y tecnológicos de nivel superior. Tan solo en nuestra casa de estudios, la Universidad de Guadalajara, después de haber salido el dictamen de primero ingreso las carreras con cupo disponible de corte tecnológico fueron Ingeniería en Nanotecnología, Licenciatura en Agrobiotecnología, Computación, Ingeniería Química, Ingeniería en Teleinformática, Ingeniería Mecatrónica, Licenciatura en Biología Marina, Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios, Ingeniería en Obras y Servicios, Bioquímica y Electrónica. Posterior a que la Universidad anunciara el cupo disponible, los lugares fueron ocupados es cierto, pero no por estudiantes que elegían esas carreras como primera opción, sino que pudo haber sido la segunda o la tercera alternativa, en ellos, la experiencia nos dice siempre estará latente la posibilidad de deserción de la carrera.

Ante ello, es urgente que los países como el nuestro hagan una reflexión sobre las condiciones normativas, organizativas e institucionales para reorientar una política que permita ampliar la matricula y la cobertura en las carreras de corte tecnológico. En otras palabras,  significa que transformemos nuestro contexto normativo para que haya más ingenieros, más tecnólogos y más científicos que impulsen el desarrollo económico y productivo del país, que beneficie a todos los sectores de la sociedad, cumpliendo con la función de motor del desarrollo.

Entre otros aspectos a modificar deberían ser las motivaciones extrínsecas para quien estudie las carreras, ofreciendo becas de manutención, matricula y bibliografía; fortalecer sus sistemas tutoriales para que inicien con programas de investigación temprana, y promover que sus estudios vayan más allá de la licenciatura orientándolos en los estudios de posgrado. En suma hace falta la definición de una verdadera política de estado para abatir esa brecha de desigualdad entre los países ricos y los pobres.